El Proceso Creativo Detrás de la Portada de Crónicas Ankhatu - Origen

1/12/20253 min leer

El nacimiento de la portada de Crónicas Ankhatu – Origen

De entre todas las ilustraciones que he hecho, la portada de Crónicas Ankhatu – Origen fue, sin lugar a dudas, la que más quebraderos de cabeza me dio. Y cuando digo "quebraderos de cabeza", no exagero: esta portada tuvo más versiones que un hechizo mal lanzado por un mago aprendiz.

Todo comenzó con una idea inicial: una calavera emergiendo de la arena del desierto. Fácil, ¿no? Bueno, quizá no tanto. Esa primera versión quedó como algo anecdótico, casi un borrador que podéis encontrar en el menú, por si os apetece curiosear. Luego probé con otra imagen: una calavera cuyos ojos eran dos desiertos que contenían valles en su interior. Sí, mi mente estaba claramente obsesionada con calaveras y arena en ese momento. Pero, justo cuando creía tener una dirección, una idea me golpeó como una tormenta de arena inesperada:

—¿Y si este libro no es solo un objeto en mi mundo, sino algo que realmente podría haber sido creado allí?

La pregunta lo cambió todo. Comencé a imaginar cómo sería este libro si un historiador de Valdarion —mi mundo— decidiera documentar el nacimiento y crecimiento de la raza Ankhatu. De repente, no solo estaba diseñando una portada; estaba creando un artefacto que debía parecer tan auténtico que cualquier habitante de mi universo podría haberlo colocado en su biblioteca sin sospechar que era obra de este humilde autor.

Así nació el concepto: un libro que parecía sacado directamente de Valdarion, con una calavera central rodeada de símbolos Ankhatu y perfiles ornamentados en el encuadernado. Hasta ahí, todo bien. Pero los detalles… ah, los detalles son siempre los que acaban con la paciencia de cualquier artista.

La calavera fue lo primero que dibujé. Relativamente rápido, de hecho, porque mi entusiasmo estaba en su punto álgido. Pero como la vida es un maestro cruel, en 2024 ocurrió un desastre digno de tragedia épica: perdí todos mis trabajos de ese año. Sí, todos. No quedó nada, salvo las ilustraciones que había compartido en Instagram. Fue, para que os hagáis una idea, el año más productivo de mi vida en cuanto a dibujo. No lloré, pero porque ya no tenía lágrimas que gastar.

Y aquí es donde entra Marc Montenegro, un gran amigo y un artista increíble con el que tengo la suerte de compartir muchas charlas y proyectos. Cuando le expliqué mi situación y le mostré la calavera en una resolución más baja que la moral de un villano de segunda, no dudó en ayudarme. Marc, que se dedica profesionalmente al diseño y tiene un talento que parece magia, logró recuperar esa calavera y juntos comenzamos a trabajar en la portada.

Yo, por mi parte, hice un boceto que, siendo honestos, parecía dibujado por un gnomo borracho. Eran cuatro líneas torcidas y llenas de optimismo mal calculado. Pero Marc, con su paciencia infinita, tomó ese desastre y lo transformó en algo limpio, preciso y, sobre todo, profesional.

El proceso fue largo, porque ambos íbamos con las agendas más apretadas que un corsé en un banquete medieval. Pero las mañanas en las que discutíamos los detalles fueron realmente divertidas. ¿Este símbolo queda mejor aquí? ¿Y si hacemos las líneas más finas? ¿Qué tal si cambiamos la textura? Poco a poco, la portada fue cobrando vida.

En algún punto del proceso, me puse más ambicioso y decidí que necesitaba un alfabeto completo para la lengua Ankhatu. Sí, porque si vamos a hacer las cosas, las hacemos bien. Creé una fuente para Windows y escribí el texto que aparece detrás de la calavera. Y sí, tiene un significado. Todo en la portada —los símbolos, el texto, el diseño— está pensado para que parezca salido de Valdarion.

Cuando finalmente terminamos, lo supe: este no era solo un libro más, era un objeto que podría estar en cualquier estantería de mi mundo, esperando a ser descubierto por alguien curioso que quisiera aprender sobre los Ankhatu.

Por supuesto, nada de esto habría sido posible sin Marc. Aunque soy capaz de hacer dibujos decentes, diseñar algo tan limpio y simétrico está fuera de mi alcance. Su ayuda no solo salvó esta portada, sino que hizo del proceso algo memorable.

Así que aquí tenéis, un resumen tremendamente compacto de cómo nació la portada de Crónicas Ankhatu – Origen.

Espero que os pique la curiosidad y, si os apetece, echad un vistazo al trabajo de Marc Montenegro. Os aseguro que su talento os dejará boquiabiertos, tanto como a mí cada vez que veo esta portada terminada. 😊